DIONISO (Διονισός). Dioniso, llamado también Baco (βακχος), es, en esencia, en la época clásica, el dios de la viña, del vino y del delirio místico. Su leyenda es compleja, porque une elementos diversos tomados en préstamo no sólo a Grecia, sino también a los países vecinos.
Dioniso es hijo de Zeus y de Sémele, hija de Cadmo y Harmonía. Pertenece a la segunda generación de los Olímpicos, como Hermes, Apolo, Ártemis, etc. Enamorado Zeus de Sémele, y embarazada ésta ya de seis meses, Hera, celosa de ella, le pidió, bajo la apariencia de su nodriza, que exigiese a su amante que se mostrase a ella tal como lo había hecho cuando pretendió a la diosa. Así lo hizo Sémele, no sin haberle hecho prometer antes a Zeus que cumpliría su deseo. Éste accedió y se mostró rodeado del trueno y del rayo, muriendo Sémele fulminada. Hermes logró salvar al niño, cosiéndolo al muslo de Zeus, y al llegar la hora del parto, lo sacó vivo y perfectamente formado. Era el pequeño Dioniso, el dios nacido dos veces. El niño fue confiado a Hermes, quien encargó de su crianza al rey de Orcómeno, Atamante, y a su segunda esposa Ino. Les ordenó que revistiesen a la criatura con ropas femeninas a fin de burlar los celos de Hera, que buscaba la perdición del niño, fruto de los amores adúlteros de su esposo. Pero esta vez Hera no se dejó engañar y volvió loca a la nodriza de Dioniso, Ino, y aun al propio Atamante. En vista de ello, Zeus se llevó a Dioniso lejos de Grecia, al país llamado Nisa, y lo entregó a las ninfas de aquellas tierras para que lo criasen. Con objeto de evitar que Hera lo reconociese, lo transformó entonces en cabrito. Más tarde las ninfas que criaron a Dioniso se convirtieron en las estrellas de la constelación de las Híades.
Ya adulto, Dioniso descubrió la vid y su utilidad. Pero Hera lo enloqueció, y en estado de locura anduvo el dios errante por Egipto y Siria. Remontando las costas de Asia, llegó a Frigia, donde lo recibió la diosa Cibeles, que lo purificó e inició en los ritos de su culto. Curado ya de la locura, Dioniso se trasladó a Tracia, donde fue mal acogido por el rey Licurgo, que reinaba en las márgenes del Estrimón. Licurgo intentó coger prisionero al dios, pero no lo consiguió, pues éste fue a refugiarse al lado de la nereida Tetis, quien le dio asilo en el mar. Pero Licurgo pudo capturar a las bacantes que escoltaban a Dioniso; éstas fueron liberadas milagrosamente, y Licurgo, atacado de locura. Creyendo destruir la vid, la planta sagrada de su divino enemigo, se cortó la pierna cercenó al mismo tiempo las extremidades de su hijo. Vuelto a la razón, se dio cuenta también de que sobre su país se había abatido el azote de la esterilidad. Se consultó el oráculo y reveló que la cólera de Dioniso no se calmaría hasta que se hubiese dado muerte a Licurgo; así lo hicieron sus súbditos, quienes lo descuartizaron atándolo a cuatro caballos.
Desde Tracia, Dioniso pasó a la India, país que conquistó en el curso de una expedición mitad guerrera, mitad divina, sometiendo aquellas tierras por la fuerza de las armas y también con sus encantamientos y poder místico.
Fotografía:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b5/Dioniso_del_tipo_Madrid-Varese_%28M._Prado%29_01.jpg
Bibliografía:
Libro de mitología griega.
Webs relacionadas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Dioniso
http://www.windows2universe.org/mythology/gods_n_goddesses/Mercury/Hermes_Dionysus.html&lang=sp
http://www.monografias.com/trabajos57/dioniso-dios-vino/dioniso-dios-vino.shtml
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