La hermosa princesa cretense buscaba a Teseo con ansiosos y ávidos ojos, escrutando las rocas, recorriendo las blancas arenas. La diosa del amor, Afrodita, se compadeció de ella, y prometió en el Olimpo, ante el resto de dioses, que la princesa terminaría esposada con un Dios.
Dioniso, acudió a su encuentro; quiso protegerla al verla en ese estado, hacerla feliz, y amarla. La cortejó con tales propósitos, le regaló una corona de 7 estrellas y la hizo su esposa. Pero Ariadna se consumía lentamente en una silenciosa melancolía, indiferente a todo empezó a debilitarse al poco tiempo del enlace, enfermó y finalmente murió. Dioniso se convirtió en la sombra de sí mismo. Dejó de ser el dios de la alegría y la fiesta: todo en él se desgarraba por la ausencia de Ariadna. Roto en mil pedazos, lanzó su corona estrellada al aire, y en el Cielo se formó la constelación de "La Corona de Ariadna"(o "La Corona" a secas).
Zeus no soportaba el dolor de su hijo, y rescató a su amada de entre los muertos, y tras devolverle el aliento de la vida, le concedió asimismo el don de la inmortalidad. Ariadna se entregó a los brazos de su enamorado Dioniso y juntos traspasaron las fronteras del amor y de la más incandescente pasión, enlazados ya por siempre.
Bibliografía:
Libros sobre mitología.
Fotografía:
http://www.poesiadelmomento.com/luminarias/mitos/19dionisoyariadna3.jpg
Webs relacionadas:
http://www.larevelacion.com/Mitologia/AmoresdionisiacosII.htm
http://www.poesiadelmomento.com/luminarias/mitos/49.html
http://homepage.mac.com/cparada/GML/000Spanish/Ariadna.html